LA ALCALDESA DE MADRID

 

Queridos lectores:

Madrid está estos días de triste actualidad con el lamentable suceso del Madrid Arena, donde cuatro jóvenes que empezaban a vivir, han perdido la vida de forma terrible cuando asistían a una fiesta.

 

Aparte de las numerosas deficiencias que van aflorando día tras día, se pone de manifiesto la negligencia del Consistorio y su viciada forma de adjudicar los eventos a una camarilla de amiguetes que, el concejal de turno tiene reseñados en su agenda como "Empresarios ejemplares".

 

El tal Flores que figura en esta lista como recomendado, tiene varias denuncias por deficiencias en sus locales, pero se ve que está muy bien relacionado. El Vicealcalde celebra sus eventos en los locales de éste sujeto, se supone que con trato más que especial. El concejal Calvo le recomienda como un modélico empresario Etc.

 

Esto huele mal, muy mal, pero desgraciadamente ya está puesto el ventilador para esparcir la porquería, y el resultado sera el de siempre; no hay culpables. Una parte dirá que la culpa es del otro, y viceversa ,y así dentro de unos años mareando un expediente que, irán engordando para que resulte imposible de juzgar, se cerrará el caso sin que nadie dimita ni asuma la menor culpa.

Mientras tanto los ciudadanos seguiremos impotentes y veremos una vez más, como esta clase política española, más corrompida que ninguna otra del mundo occidental, sigue aferrada a sus cargos, sin admitir su incompetencia ni su culpabilidad más que  evidente.

 

La Alcaldesa Botella cuyo único mérito conocido es ser la esposa del Ex-Presidente Aznar, ya había dado muestras de su necedad rayana en la idiócia con otras decisiones tomadas.

 

Dejar a los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid casi rozando la miseria con sus recortes, y su "robo" de días y ayudas, ya dejó entrever lo que iba a dar de si la "señora". Por supuesto a ella el tema no le afecta. Ella se puede permitir visitar un Spa de superlujo en Portugal las veces que le peta, mientras sus funcionarios se ajustan el cinturón, y ven reducido su descanso de una forma vergonzosa, y mientras Madrid llora a cuatro preciosas jóvenes, que quizá, solo quizá, seguirían vivas si las cosas las hubieran hecho bien.

 

No lo puedo remediar, detesto a la señora Botella. Me parece una inepta, una pija, y una incapaz.

¡Quiero que dimita ya! Ella, y todos los que están pringados en este océano de corrupción que es el Ayuntamiento de Madrid.

Por supuesto mi desprecio llega hasta el ahora Ministro de Justicia, que dejó a esta señora en el puesto que él ocupó durante muchos años, tiempo más que suficiente para endeudarnos como lo hizo, y para dejar instalados en los más suculentos cargos, a toda la pandilla que ahora gestiona el Ayuntamiento de Madrid.

P.D. Mi más sentido pésame a las familias de las víctimas.