sábado, 7 de julio de 2012

LOS NUEVOS CACIQUES

GALERÍA DE PERSONAJILLOS DETESTABLES.

CHAVES & ARENAS & GRIÑÁN



Queridos amigos: Hoy voy a hablar de mi tierra; Andalucía. Tierra hermosa donde las haya. No hay un solo rincón en sus ciudades y pueblos que no sea maravilloso. Dios la dotó de mar, montaña, grandes vegas y regadíos, inmensos campos de olivares. Todo es belleza y esplendor. Los andaluces que vivimos fuera de nuestra tierra decimos cuando cruzamos Despeñaperros, que a partir de allí ya se respira mejor. Huele diferente.

Pero como semejante paraíso no podía pasar inadvertido para los poderosos, fue dado como obsequio a los numerosos nobles que los sucesivos Reyes de España creyeron oportuno.
Hasta donde mi memoria alcanza siempre he conocido a los típicos caciques que se adueñaron de mi tierra, la han manejado, explotado, y hundido en la miseria desde tiempos ancestrales.


Cuando niña conocí a estos tipejos dueños de tierras y haciendas, de grandes cortijos y latifundios. Estos "señoritos" explotaban a los trabajadores por cuatro perras gordas. Carecían del más mínimo escrúpulo y trataban a sus peones peor que a sus animales. Mi madre quedó viuda con seis hijos y jamás recibió ayuda del Estado para sacar adelante a su prole. Fue ella con su inteligencia y esfuerzo, la que sacó adelante a su familia contra viento y marea. ¡Qué hubiera sido de Andalucía sin sus grandes mujeres!.


Los jornaleros andaluces se amoldaban a la situación porque no podían hacer otra cosa. No se podía ir contra el poder, así que se adaptaban al "viento como las mieses maduras". Los Alba, los Medina-Sidonia, los Casablanca, los Osuna, los Medinaceli  y demás nobles, eran los dueños de todo. No había minifundios como en Galicia y Castilla. Allí todo era de los poderosos y el resto sobrevivían como podían.


La hermosa tierra andaluza con sus ocho provincias no contaba con ningún tejido industrial. Toda la industria iba al norte, a las Provincias Vascongadas y a Cataluña.
El dictador Franco en un intento de tener contentos a los nacionalistas levantiscos del Norte, les favorecía descaradamente en detrimento del resto del Estado, con especial inquina hacia Andalucía y Extremadura. Éramos los parias de España. Los desheredados, los olvidados. No contábamos para nada. Tuvimos que emigrar a donde pudimos en un afán de mejorar nuestra vida.

Sufrimos el dolor de ver partir a nuestros padres y hermanos a otros países, en busca de un trabajo que en nuestra tierra se les negaba. Otros se asentaron en Cataluña y Vascongadas donde les miraban por encima del hombro.

Llegó el año 1975 y muere Franco. Todos los que habían vivido la guerra Civil temblaron de miedo. Afortunadamente se hizo una transición relativamente tranquila. Todos respiramos cuando nuestra Constitución salió adelante. Pocos se dieron cuenta de que el reparto de España en diecisiete Autonomías era una locura que a medio plazo nos traería la ruina.


Después de las elecciones autonómicas el PSOE se aupó al poder y ahí sigue. Es la nueva dictadura que sufren los andaluces. Son los nuevos caciques. Pocos hogares hay en Andalucía en los que no entre una "paguita del estado". Los socialista tienen completamente corrompido a un pueblo que se ha acostumbrado a vivir del cuento y la subvención. Han fabricado una generación de estómagos agradecidos con sus Eres, su Per, y mamandurrias varias.

La oposición con el "señorito Arenas" a la cabeza tampoco ha sabido ganar unas elecciones y desmontar el tinglado socialista. Cabe preguntarse ¿Por qué?. Mi mente que es bastante mal pensada (lo reconozco), piensa que tampoco han hecho muchos méritos. ¡Que van a saber los señoritos andaluces de la vida de un obrero!.


¿O acaso están tan pringados los unos cómo los otros?
¡La que nos espera el día que salga a la luz toda la corrupción y la podredumbre de la Junta de Andalucía!. Los falsos Eres, el nepotismo, la corrupción institucionalizada, el amiguismo, no son sino un atisbo, una pequeña muestra de lo que aun no ha salido a la luz.
Mientras tanto la clase política aupada al poder sigue gastando a manos llenas, arruinando más si cabe el bolsillo de los españoles. Mariano Rajoy no tiene fuelle para frenar a los diecisiete Mini-Estados en su desenfrenado gasto público, y sacar a España de la ruina. Ni el partido socialista sumido en sus luchas internas tampoco. Urge un pacto de Estado. Poner freno a las Autonomías y devolver al Estado Central competencias que fueron indebidamente transferidas. Hace falta un político que anteponga el bienestar de TODOS al suyo personal y al de su partido.

 Yo cómo andaluza les digo a mis paisanos. ¡Recobrad la dignidad que os han comprado por cuatro euros!. Alzaos contra los nuevos caciques que os han relegado a súbditos, y os tratan cómo a siervos.Un hombre tiene que vivir de su trabajo. No hay ninguna grandeza en vivir de limosna.
Amigos mios. ¡Feliz semana!

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